Os animamos a leer el texto que nos hace llegar María Jesús González Díaz, arquitecta Socia nº 4 y Comité Científico de ASA, sobre su participación como representante de asociación ASA, el pasado 8 de mayo, en el Tribunal de PFC del CEU – SAN PABLO.
El pasado 8 de mayo fui convocada en representación de ASA a participar como miembro del Tribunal de Proyecto de fin de carrera (PFC) de la Escuela Politécnica Superior de Arquitectura de la Universidad CEU – San Pablo. Se trataba de que en esta convocatoria del curso 2012-2013 hubiera en el tribunal una visión sobre la sostenibilidad con la que completar las facetas con las que estimar de una forma global la calidad de los proyectos presentados. Para mí personalmente ha sido un honor contribuir a ello. Resulta reconfortante que cada vez más el interés por la sostenibilidad vaya aumentando en los entornos educativos. Desde ese punto de vista, ASA ya defendió y alabó la idea de esta Universidad de crear un Laboratorio de sostenibilidad, que ha establecido un protocolo específico para manifestar su compromiso con la sostenibilidad y despertar en el alumno interés en este campo.
En esta convocatoria se presentaron 25 proyectos, entre cuya documentación se exigía un apartado especifico que previera el estudio de los residuos, como parte del repertorio general de la sostenibilidad. Los edificios, entre otras muchas cosas, pueden entenderse como lugar donde cristalizan flujos de entrada y de salida de numerosos elementos a lo largo del tiempo: agua, energía en sus variadas formas, materiales, suministros, consumibles… no sólo todo lo que entra por la puerta, sino todo aquello que se ha utilizado para construir y mantener el edificio, en algún momento ha de salir, transformarse, o ser debidamente gestionado o elaborado. Esta es una de las “huellas” del edificio.
Así se entendió por parte de los alumnos, algunos de los cuales superaron el acercamiento inicial para profundizar por su propia iniciativa en desarrollos de mayor alcance, aplicándolos a la rehabilitación, a la recuperación de espacios urbanos o a la superación de los problemas meramente edificatorios. Algunos de los proyectos fueron realmente extraordinarios, y probablemente oiremos hablar de ellos. De esta primera experiencia hay que felicitar en primer lugar a la Universidad CEU-San Pablo por su decisión, que marca el inicio de un desarrollo posterior en el concepto integral de sostenibilidad. Este primer paso es necesario y sin ninguna duda será fructífero, dados la creatividad, el esfuerzo y la sensibilidad que han mostrado en la materia algunos de los proyectos presentados. Y es de destacar también el interés de algunos alumnos, que dejaron ver que su atención hacia lo sostenible es conceptual y mucho más profunda y compleja que un aspecto disciplinar o un requisito añadido a lo convencional. En definitiva, que han entendido que la sostenibilidad tiene un enorme potencial transformador de las prácticas arquitectónica y urbanística.
Texto: María Jesús González Díaz
Arquitecta. Socia nº 4 y Comité Científico de ASA
Para contactar con ASA:
Correo de ASA: info@sostenibilidadyarquitectura.com
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