Se cumplen 3 años desde la implantación legislativa del certificado energético. El documento que permite calificar energéticamente un inmueble y calcular el consumo anual de energía necesario para satisfacer su demanda energética en condiciones normales de ocupación y funcionamiento.
Desde ASA os dejamos una pequeña reflexión de lo que supone esta obligación legislativa planteando estas preguntas: ¿es beneficioso? ¿es un trámite? ¿merece la pena? Te animamos a dejarnos tus comentarios para completar la reflexión.
¿Ha aportado algún beneficio? Por supuesto, por fin empezamos a calificar nuestros edificios por su calidad constructiva, su calidad de confort, su calidad de habitabilidad.
¿Se ha convertido en un mero trámite? Si, se está convirtiendo en un mero trámite y es muy peligroso, tenemos una experiencia muy dura con la célula de habitabilidad, que jamás se ha considerado con la importancia que debería o con las ITEs que han acabado no haciéndose por no tener que hacer posteriormente las obras. No existe una cultura en aras a la calidad de nuestra edificación.
¿Alguna razón para apoyarlo? Qué se ha hecho bien. Todas las razones para apoyarlo, ahora hay que hacer un buen seguimiento para que cada vez sea más valorado, socialmente, ambientalmente, técnicamente y económicamente. La administración ha empezado a hacer sus deberes y seguramente ahora nos toca como profesionales y como ciudadanos hacer bien los nuestros.
¿Alguna razón para derogarlo? Qué se ha hecho mal. No hay que derogarlo, hay que vigilarlo. No debe permitirse que sea un mero trámite. Existen muy buenos técnicos de la administración pública desesperados por la baja calidad de lo que se entrega y sin herramientas para vetarlo, creo que principalmente nos toca a todos los profesionales dar calidad a nuestro trabajo.
Otros comentarios
Es duro constatar que en España “hecha la ley, hecha la trampa”, quizás hay que empezar a pensar en hacer menos leyes y luchar por cumplirlas. Una de ellas debe ser el mencionado certificado energético.
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Antes que nada, agradecer a ASA su labor en general y en particular esta ventana a la reflexión sobre la realidad española en cuanto a la eficiencia energética.
Todos sabemos que hay mas valores para medir la sostenibilidad y ecología global de un edificio y no digamos desde la perspectiva saludable de los mismos, confío en que a no mucho tardar los profesionales comprometidos con la verdadera arquitectura y con el desarrollo de la vida en nuestro planeta apostemos por sistemas constructivos y materiales saludables ademas de una edificación mas eficiente, es indudablemente necesario para la supervivencia en nuestro planeta y desde luego para la supervivencia delas generaciones futuras. Sin embargo esta medida, dado la obsolescencia de las instituciones españolas sin pretender ofender, como punto de partida esta bien. Es verdad, nada ha ocurrido de momento con respecto a este asunto, pero el mercado sí marcara las pautas en el futuro próximo alquilándose y vendiéndose primero los edificios mas eficientes, el consumidor lo valorara. En segunda instancia los municipios que ya están cambiando políticas exigirán la mejora del parque edificatorio y tiene ya un porcentaje elevado de inmuebles calificados, confío en que el gobierno apoye estas medidas con subvenciones.