Desde Planeta Futuro de El País
Rotterdam apoya la innovación urbana a orillas del puerto más grande de Europa
Islas, carreteras y granjas emergen en una ciudad que ya no es la segundona de Holanda
A pesar de contar con el primer puerto europeo, la historia contemporánea de Rotterdam ha estado marcada por cierto complejo de segundona, a remolque de la capital, Ámsterdam. Sin embargo, tras dos décadas de profunda transformación urbana, empieza a destacar como laboratorio donde los experimentos en busca de una ciudad sostenible se ponen en práctica con ayuda pública y privada. Una renovación que pasa por aprovechar el agua, su mayor baza, y transformar en islas o carreteras los residuos plásticos que arrastra. La ciudad es la última parada del río Mosa antes de entrar en el Mar del Norte, y los nuevos proyectos amplían el concepto clásico de reciclaje. El plástico, convenientemente tratado, vertebra la ruta hacia el futuro que se ha propuesto trazar la Ciudad Europea del Año 2015, así elegida por la ONG británica Academia Internacional de Urbanismo.