Escribo estas líneas pocas horas después de conocer la triste noticia del fallecimiento de Lluís Comerón, Presidente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España. Aún conmocionado, reconforta comprobar las muestras públicas de respeto y afecto que ha demostrado, sin fisuras, toda la profesión, cargos públicos, instituciones y el sector de la construcción en su conjunto. Desde aquí, traslado mi más sincero pésame a la familia, amigos, compañeros y equipo del CSCAE.
Durante mi etapa como presidente de ASA, Lluís y yo compartimos largo tiempo de conversaciones sobre el futuro de la profesión. Ambos mostramos interés por subrayar la doble condición de la arquitectura como activo cultural y activo ambiental. Desde que llegó al cargo a finales de 2017 defendió ambas posturas como baluartes: en clave cultural, alentó para que el gobierno se sumara a la Declaración de Davos[i] y su cultura del habitar o baukultur, antecedente de la recién aprobada Ley de Calidad de la Arquitectura[ii]; en lo ambiental, instituyó junto a Ángela Baldellou el Observatorio 2030 del CSCAE[iii], proclamó la Declaración de Emergencia Climática[iv], y tuvo un papel muy relevante durante la COP 25 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019, Chile, en Madrid[v]. Grandes batallas.
Imposible resumir en unas pocas líneas la enorme producción, actividad e iniciativas de Lluís en estos últimos años, sus llamadas eran frecuentes y desde ASA fueron siempre atendidas con la celeridad y responsabilidad que ello conlleva: revisiones del CTE, Agenda Urbana Española, Ley de Transición Energética y Cambio Climático, Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, ERESEE, numerosos Reales Decretos, o recientemente la Nueva Bauhaus Europea y la gestión de los Fondos Next Generation EU, documentos por cierto que ponen el acento en lo cultural y ambiental como base de la próxima transformación de nuestras ciudades y edificios.
Ejercer influencia desde la arquitectura no es tarea fácil. He podido ver en Lluís a una persona entregada a ello desde su cargo, ejerciendo su responsabilidad, pero también más allá, desde el convencimiento propio y la pasión de aquellos que, por suerte o por abnegación, poseen convicciones profundas en aquello que proponen y defienden con vehemencia. Humilde, atento, metódico, respetuoso y culto, presentaba en lo personal los valores que tal vez mejor nos deberían representar a todos como colectivo. Desde ASA solo podemos agradecer a Lluís, y al equipo del CSCAE, su apoyo incondicional todos estos años, su trabajo infatigable y su excelente labor. A título personal, le agradezco su trato cercano, su consideración, su sonrisa y sus amaneceres diarios. Dice mucho de alguien el hecho de perseguir el amanecer de forma sistemática, día a día, como una oración en la que sumergirse antes de la batalla cotidiana. Muchas gracias presidente, te vamos a echar mucho de menos.
Miguel Ángel Díaz Camacho.
Presidente de ASA 2013-21.
—
[i] Suiza, enero 2018.
[ii] Aprobada el 18 de enero de 2022.
[iii] Presentado oficialmente en octubre 2018.
[iv] Diciembre 2019.
[v] Diciembre 2019.