COLLAGE CONCEPTUAL
IMPULSANDO LA TRANSFORMACIÓN
«La colección de textos “Collage Conceptual”, sobre arquitectura y sostenibilidad que me encomiendan prologar, testa cuan abierto y germinal es el escenario donde se debate el paradigma de la sostenibilidad. Tan abierto que entiendo que el término sostenible está desbordado, quizás afortunadamente, por la condición ecológica o de las diferentes ecologías concernientes.
Quizás sea ya oportuno retomar la epistemología ecológica, para desatar los cierres con que el léxico de lo sostenible restringe la evolución de los contenidos en un devenir hacia una mayor e inevitable entropía del conocimiento.
De un lado las respetables posiciones radicales, que sustentan éticas de responsabilidad, culpables sobre el testimonio lamentable de lo “cometido”. Hace décadas que estas posiciones heroicas, por incomprendidas y solitarias en su radicalidad, no han evolucionado convenientemente para habilitar espacios de debate que genere un conocimiento progresivo, con las experiencias que, desde la práctica profesional y en el ambiguo espacio entre los artesano y lo industrial, ya han constatado pequeños grandes aciertos en el proceso para recuperar los requerimientos de un entorno sostenible.
La entropía se incrementa con la emergencia de otras competencias, hace tiempo empeñadas en un nuevo paradigma desde sus propias prioridades, emergencia que resulta de la inexorable transversalidad del conocimiento complejo.
Bien entendido que los textos del “Collage” son dictados desde la práctica o la teoría y crítica arquitectónica, y a pesar de esta condición, la divergencia de transversal y vertical es realmente notable. Reflexiones desde la estricta práctica objetual de la arquitectura y el urbanismo, o el análisis conceptual de condicionantes, objetivos, etc., hasta reflexiones muy contundentes sobre el propio rol del arquitecto (¿en campo o en gabinete? ¿antes, durante o después de las decisiones proyectuales?).
Naturalmente la condición comprometida de los autores ejerce una solvente mirada periférica, convocando los conocimientos extraprofesionales, sean de ciencias exactas o de ciencias humanas y sociales, para implicarlos en estos procesos.
Todos los textos pivotan sobre territorios extradisciplinares, testimoniando que la condición estilística de la arquitectura está agonizando, para algunos es ya un cadáver incapaz de proporcionar decisiones creativas para nuestra contemporaneidad, lo que en los “Collage” es transversalmente evidente. Llegar a revisar profundamente, de forma vertical e implícita, el propio proceso del trabajo creativo, de sus objetivos, el itinerario, la jerarquía de las condiciones a administrar y su puesta en servicio, asunto nodal este, subyace a lo largo de los ensayos.
Desde otras disciplinas se cuestiona la legitimidad de nuestro discurso, y sobre todo de nuestro trabajo, por ejemplo por el excesivo autismo de los procesos intelectuales y profesionales, y por qué a pesar del compromiso renovador seguimos operando sobre la autonomía de las propias decisiones.
Estos son tiempos de sumar cuestiones, incorporando agentes de otras áreas de conocimiento, con poca o nula pretensión de tener la verdad (por cierto, ¿existe?), y escuchar para aprender, sobre todo para aprender de todos y de todo.
Madrid, febrero de 2014
Andrés Perea
Arquitecto, Comité Científico de ASA